Pasen y vean...
Escuchando Clocks COLDPLAY
No recuerdo en qué momento fui a jugar a la feria. Tampoco recuerdo en qué momento me monté en el carrusel, desde el que los días desfilan ante mí. Y yo los veo pasar como una espectadora más. Porque yo no vivo mi vida. Alguien la vive por mí; y yo observo. Y me resigno. Y tú, junto a mí, la ves pasar también y te ríes. Pero yo no. La vida ha dejado de ser un chiste para mí; no le encuentro la gracia, como dijo Charles Chaplin en Candilejas.
Tampoco sé por qué a mí me tocó el boleto de alargue su viaje unos cuántos años más. Ni por qué sí se acaba el de la gente importante; el de la gente que significa algo en un mundo inexplicable; el de la gente que te enseña a ver la otra cara de toda perspectiva, que las cosas no son buenas ni malas, sino que podemos hacerlas mejores y mucho mejores. O incluso, si nos lo proponemos, peores.
Pero yo quiero cambiar de juego. Me gustaría que la vida fuera una pelota, para que pudiera jugar con ella, hacerla botar, rebotar, girar, estrujar, abrazar y lanzar al abismo cuando más me apeteciese, unas veces para que flotara y en algún momento para que explotara. Acabar. Me gustaría acabar algo. Definir(me). Definir el (mi) mundo. Sentenciar(me). Y los días pasan ante mí; corren y corren. Y cada día un poco más sola. Hoy infinitamente más sola.
Niña, que esos ojos me cuentan que te queda toda mi vida por delante.
Hasta siempre, morenazo.
No recuerdo en qué momento fui a jugar a la feria. Tampoco recuerdo en qué momento me monté en el carrusel, desde el que los días desfilan ante mí. Y yo los veo pasar como una espectadora más. Porque yo no vivo mi vida. Alguien la vive por mí; y yo observo. Y me resigno. Y tú, junto a mí, la ves pasar también y te ríes. Pero yo no. La vida ha dejado de ser un chiste para mí; no le encuentro la gracia, como dijo Charles Chaplin en Candilejas.
Tampoco sé por qué a mí me tocó el boleto de alargue su viaje unos cuántos años más. Ni por qué sí se acaba el de la gente importante; el de la gente que significa algo en un mundo inexplicable; el de la gente que te enseña a ver la otra cara de toda perspectiva, que las cosas no son buenas ni malas, sino que podemos hacerlas mejores y mucho mejores. O incluso, si nos lo proponemos, peores.
Pero yo quiero cambiar de juego. Me gustaría que la vida fuera una pelota, para que pudiera jugar con ella, hacerla botar, rebotar, girar, estrujar, abrazar y lanzar al abismo cuando más me apeteciese, unas veces para que flotara y en algún momento para que explotara. Acabar. Me gustaría acabar algo. Definir(me). Definir el (mi) mundo. Sentenciar(me). Y los días pasan ante mí; corren y corren. Y cada día un poco más sola. Hoy infinitamente más sola.
Niña, que esos ojos me cuentan que te queda toda mi vida por delante.
Hasta siempre, morenazo.
1 comentario
Anónimo -
De la colección "Haikus variopintorescos" de una conocida joven promesa de la literatura patria ;o)